El comercio y el turismo son motores clave del sector terciario, impulsando el dinamismo de los territorios. El comercio incluye transacciones de proximidad, comercio al por mayor y comercio electrónico, mientras que el turismo engloba actividades como la restauración y el alojamiento. Ambos están estrechamente relacionados y son flexibles para responder rápidamente a los cambios de tendencias y demandas con servicios especializados.