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Conoce esta ocupación

Otras denominaciones

Controlador/a del tránsito aéreo; Controlador/a aéreo/a; Air traffic control specialist (ATCS)

Descripción

El controlador de circulación aérea es el máximo responsable de la fluidez y de la seguridad en el vuelo de los aviones. Dirige el tránsito aéreo para que estos circulen sin problemas, de manera eficiente y, sobre todo, segura, siguiendo las normativas y regulaciones aéreas establecidas.

Trabaja principalmente con equipos de comunicación radiofónicos (para comunicarse con el piloto), radares, ordenadores y un equipamiento que utiliza tecnología punta.

Se trata de una ocupación muy cambiante, que supone tomar decisiones con gran rapidez, gestionar incidencias simultáneas y superar momentos de tensión.

Tareas

  • Controlador de torre: se encarga de asegurar la adecuada separación entre las aeronaves que aterrizan o despegan, las que circulan por las calles de rodaje del aeropuerto y las que vuelan a proximidad, al alcance de la vista. Opera físicamente en la torre de control del aeropuerto.
    Autoriza a los pilotos para el despegue o el aterrizaje de las aeronaves, y también para efectuar cambios de altura y dirección.
    Da instrucciones y recomendaciones a los pilotos (por ejemplo las relacionadas con el viento). Informa de los márgenes disponibles para el tránsito aéreo (medidas como la altura, separación entre aviones, etc.)
    Dirige el tránsito al suelo del aeropuerto. Eso incluye el taxiing o rodaje, que es el proceso de maniobra del avión para situarlo en posición a la pista o para devolverlo al área de aparcamiento, y también la circulación de los vehículos y trabajadores del aeropuerto.
    Controla el estado del equipamiento y de las luces de señalización.
    En caso de emergencia se encarga de avisar al equipo de bomberos y de rescate.
  • Controlador de ruta: se responsabiliza de la seguridad de los vuelos mientras se encuentran en ruta entre aeropuertos, en lo que se denomina 'espacio aéreo'. Se encarga de las aeronaves desde que llegan casi al nivel de crucero en el despegue, hasta que comienzan el descenso (fase de la que se encargan los controladores de aproximación).
    Estas tareas se realizan desde los centros de control de navegación aérea. Actualmente hay cinco para controlar todo el espacio aéreo español, parte del Atlántico Norte, parte del Mediterráneo y la ruta hacia América del Sur (desde las Canarias).
    Mantiene un seguimiento, mediante radares y mapas de rutas, de todos los aviones que circulan por el área que tiene asignada según la normativa aérea.
    Se asegura de que las aeronaves que circulan por la misma área mantengan la separación adecuada.
    Proporciona instrucciones y recomendaciones a los pilotos.
    Valida los planos de vuelo de las aeronaves y en caso de incidencia determina nuevas rutas.
    Se encarga de la comunicación y coordinación con los demás centros de control, informando de los planes de vuelo, etc.
  • Controlador de aproximación: se encarga de la seguridad de los vuelos cuando estos se encuentren entre las inmediaciones del aeródromo (alcance de la vista) y el espacio aéreo determinado por la ruta. Hace de nexo entre el controlador de torre y el de ruta. Trabaja en habitaciones de radares, en la torre de control o en uno de los centros de control aéreo.
    Gestiona los ascensos de las aeronaves mientras abandonan las proximidades del aeródromo hasta que penetran en el espacio aéreo. Controla que haya la separación adecuada entre aviones.
    Se ocupa de la gestión de los descensos desde que dejan el espacio aéreo hasta que están a la vista del controlador de torre.
    Informa a los pilotos de las condiciones del aeropuerto, como el tiempo, el viento (dirección y velocidad) y la visibilidad.
    Se encarga de gestionar los acontecimientos inesperados. La aparición de vuelos que no estaban programados, por ejemplo.
    Se responsabiliza de los aviones que se encuentran en situación de espera, que son los que no pueden aterrizar porque las pistas están ocupadas, situándolos correctamente y controlándolos.
    Se encarga también de observar las condiciones meteorológicas adversas que pueden afectar a los movimentos de las aeronaves en los aeropuertos o en ruta. Tiene que actuar desviando las aeronaves de las zonas con condiciones meteorológicas adverses.


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