Descripción
El trabajo del/de la amarrador/a consiste en asegurar con cabos (cuerdas) los barcos en el muelle, mediante los noray (elementos fijos de gran resistencia, pilares de hierro sólidamente clavados en el muelle que permiten fijar las cuerdas con seguridad) en el muelle. Cuando el barco zarpa, los/as amarradores/as vuelven a actuar, pero esta vez para el desamarre.
A una distancia determinada antes de llegar al puerto, el barco se detiene y debe subir el práctico del puerto de llegada, que es quien guía la maniobra de atraque. Una vez en el puerto y después de la aproximación al muelle donde deberá atracar, el barco debe maniobrar para posicionarse de manera correcta en relación al muelle para la maniobra de amarre. Finalmente, desde el barco se lanzan las cuerdas y cables que son recogidos por los/as amarradores/as que los atan a los norays. Esta maniobra se coordina entre el/la oficial de a bordo, el práctico y el equipo de amarradores/as.
Las empresas de amarre deben prestar sus servicios con la máxima seguridad y celeridad. La intensidad de llegada y salida de los barcos marca también el ritmo de trabajo. De todos modos, las operaciones suelen ser lentas porque los barcos, especialmente los más grandes, no pueden maniobrar con rapidez. El amarre es un trabajo en equipo, en el que concurren diferentes calificaciones profesionales según la experiencia (jefe/a de operaciones, patrón/a de las embarcaciones de apoyo al amarre, marinero/a, amarrador/a en tierra, auxiliar de amarrador/a).
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