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Descripción

El/la técnico/a de mantenimiento de instalaciones se ocupa de instalaciones eléctricas de baja tensión, gas, climatización, agua caliente sanitaria, sistemas de detección y extinción de incendios, telefonía o instalaciones de producción de energía de fuentes renovables, entre otros, así como de los aspectos concretos del mantenimiento estructural o de partes de los edificios.
Entre las tipologías de mantenimiento hay que diferenciar las siguientes:

  • Mantenimiento preventivo. Es clave para determinar las causas de malos funcionamientos repetitivos, difíciles muchas veces de detectar en una visita puntual de un técnico. Con el seguimiento periódico se obtiene un análisis de los puntos débiles de instalación y máquinas de los cuales se pueden extraer soluciones de mejora de rendimiento de la instalación.

  • Mantenimiento correctivo. Es el tipo de mantenimiento dirigido a garantizar el uso y la fiabilidad del funcionamiento de instalaciones o sistemas. Puede diferenciarse entre el mantenimiento correctivo inmediato (se realiza inmediatamente al detectarse la problemática y con los medios disponibles) y el mantenimiento correctivo diferido (en el momento de producirse, se toman las medidas cautelares o se produce un paro para posteriormente afrontar la intervención o reparación).

  • Mantenimiento de actualización o renovación: Se aplica a los componentes más tecnológicos y tiene como propósito compensar la obsolescencia o las nuevas exigencias normativas que al momento de hacer la instalación no existían.

El trabajo del/de la técnico/a de mantenimiento de instalaciones está determinado por los requerimientos normativos que aplican en cada sector (Código Técnico de la Edificación, Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios, Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, entre otros) que contienen las instrucciones técnicas que obligan a diseñar programas específicos de mantenimiento de las tareas necesarias, así como de los procedimientos de documentación y archivo de cualquier actuación preventiva y reparación que tenga lugar en la instalación.

Tareas

  • Supervisar la tasa de errores que se producen en un dispositivo o sistema a lo largo de su vida útil, la denominada curva de la bañera, que muestra cómo los defectos más comunes suelen ser más numerosos en los primeros tiempos de utilización del producto y en los últimos estadios de su funcionamiento operativo. Con ello se asegura la máxima eficiencia de un servicio de mantenimiento, que se consigue cuando la disponibilidad de una instalación es la máxima al mínimo coste.
  • Planificar y dimensionar la carga de trabajo prevista en las operaciones de mantenimiento; organizar los recursos del servicio, con los correspondientes contratos externos, en su caso; diseñar los procedimientos operativos y analizar sus resultados, y si es necesario, redimensionar la carga de trabajo y su correspondiente organización.
  • Llevar a cabo las revisiones pertinentes para atenuar, en la medida de lo posible, la degradación y obsolescencia, prolongando la vida útil de las instalaciones y alcanzando los costes de funcionamiento mínimos con una explotación racional.
  • Organizar y ejecutar el inventario de las instalaciones y de su estado para preparar el plan de mantenimiento preventivo y un plan plurianual de inversión.
  • Realizar el control de repuestos y la gestión de compras, dado que el material debe estar disponible en el momento oportuno, combinando adecuadamente el control de los stocks disponibles con una eficiente gestión de compras de nuevas unidades.
  • Ejecutar las tareas operativas más comunes: puesta en marcha y desconexión de instalaciones, supervisión, monitorización, ajuste y control de los parámetros básicos de funcionamiento de las instalaciones, inspección visual, supervisión del funcionamiento de instalaciones (detección de fugas de fluidos, identificación de ruidos sospechosos de mal funcionamientos, etc.), inspección visual de goteras, filtraciones, humedades, aparición de grietas, estado de juntas, entre otros.
  • Llevar a cabo la lectura de contadores y otros elementos de medida, el aviso de averías, el control de entrada y salida de contratistas, la supervisión y comprobación de las reparaciones efectuadas por contratistas externos.
  • Ejecutar, si es el caso, pequeños trabajos de mantenimiento como por ejemplo la sustitución de luminarias, filtros, grifos, pomos y puertas. Igualmente, se incluyen las operaciones de engrase de pequeños elementos mecánicos, repasos de pintura, entre otros.

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